
10 MATERIALES, PROCESOS & TECNOLOGÍA
REPORTAJE EL SECTOR • Septiembre 2018
El diseño del futuro,
la tercera dimensión del hábitat
Las tecnologías de fabricación aditiva (FA), comúnmente conocidas como impre-sión
3D, están llamadas a sustituir progresivamente a los actuales sistemas de
producción industriales, y ya han empezado a generar su espacio para convivir
como tecnologías de fabricación complementarias a las actuales, sino sustitutivas,
y con un abanico muy extenso de productos finales, prototipos, o de soporte para
fabricación de otros, donde el diseño y las formulaciones de los materiales, y su
adaptación a las impresoras, son claves, y derivan de la investigación y un cono-cimiento
acumulados, como lo viene haciendo a lo largo de los últimos 20 años el
Instituto Tecnológico AIDIMME en esta materia.
El sector del mueble y el hábitat no es una excepción, y
en los últimos dos años se ha ido acortando la distancia
para utilizar la fabricación aditiva en prototipos y modelos
con diseños hasta ahora inimaginables. Podemos aseve-rar
que la fabricación avanzada en el sector del hábitat ha
comenzado un camino sin retorno, cuya velocidad y trán-sito
dependen de la rapidez en el volumen de creación y
adaptación de los diseños a estas nuevas tecnologías. Los
costes, a su vez, se reducen también en paralelo a pasos
agigantados.
El Centro Tecnológico AIDIMME destaca estas tecnologías
como impulsoras de una revolución profunda en el propio
concepto productivo de la Industria 4.0, ya revolucionario
de por sí, y que están cambiando los procesos de fabrica-ción
y la forma de entenderlos.
Una realidad que esta traspasando fronteras hasta la propia
la sociedad, desde la industria o la medicina, hasta la edu-cación
y el propio uso doméstico, donde previsiblemente
irá arraigándose progresivamente hasta su asentamiento
por su versatilidad, funcionalidad, y facilidad de producción
mediante materiales fácilmente transportables y sosteni-bles,
y que podría incluso transformar los cimientos de los
modelos económicos y la propia estructura económica.
El paradigma de la fabricación por adición de capas supera
la posibilidad para insertar su estandarte en el mundo real.
Hasta ahora es la industria la que fabrica y la sociedad la
compra sus bienes, y a partir de ahora será el consumidor
el que decida qué fabricar en función de sus gustos, prefe-rencias,
y del servicio que ofrezca el producto y la empresa
que lo propone. ¿Será esto así? Veamos.
En el ámbito profesional, las empresas vinculadas a los sec-tores
del hábitat (en realidad la práctica totalidad de los ma-teriales
ordinarios están presentes en viviendas y entornos
urbanos) han comenzado ha utilizar tecnologías de fabri-cación
aditiva para distintas utilidades o productos finales,
siendo la automoción, la aeronáutica, y el aeroespacial -en
la vanguardia investigadora-, los sectores más avanzados,
al que habría que añadir la biotecnología en la reproduc-ción
de tejidos a partir de células madre. Cabe apuntar aquí
también a la industria alimentaria con la impresión 3D de
alimentos.
Lo quiero, lo imprimo
Desde el punto de vista del usuario final, y en un entorno
doméstico, existen ofertas muy accesibles en precio para la
fabricación aditiva de lámparas, mobiliario, sofás, sillones,
incluso “textiles”, entre otros objetos y elementos decorati-vos,
con mayor o menor dificultad, y sobre diseños nuevos
basados en formas geométricas imposibles (los más llamati-vos)
o sobre diseños de modelos conocidos o afamados en
los que la impresión 3D también puede aportar las partes
estructurales.
Los ficheros se venden para su descarga en distintos forma-tos
vectoriales o preparados ya para su impresión aditiva.
Del mismo modo, existen diversos programas que “tradu-cen”
al lenguaje de capas los documentos que no han sido
elaborados específicamente para diseños aditivos.
En cuanto a los materiales, los más habituales son los po-límeros
puros con distintas prestaciones, o bien mezclados
con otros tradicionales, como por ejemplo la madera, apor-tando
en este caso un acabado final con una textura y apa-riencia
que simulan con éxito las bondades naturales de
esta materia prima.
Hay que aclarar que las distintas tecnologías al alcance do-méstico
se basan fundamentalmente en la termofusión del
material, que es inyectado por capas hasta completar el ob-jeto,
y son ya las impresoras industriales las que permiten
unas prestaciones reales de fabricación en serie con el uso
de ésta u otras tecnologías como el láser o los electrones
para piezas metálicas mediante el uso del material corres-pondiente
en formato polvo.
Negocio infinito
Con todo, la vorágine inventora, tanto de nuevas impre-soras
como en los materiales, es una realidad que está im-plicando
cada día a más actores que ven en este auténtico
paradigma social un futuro por describir pero que atiende a
una oportunidad de negocio que aparenta infinita.
En este punto cabe preguntarse cuál es el futuro que atisba
la industria, o formulado de otra forma, cuál es el modelo
de negocio que integrará al consumidor en esta gran posi-bilidad
de la fabricación aditiva.
Volviendo al inicio, ¿tendremos que fabricarnos en casa o
en un comercio especializado piezas sencillas del frigorífico,
la aspiradora, las persianas, las puertas…, etc., dejando al
margen los motores o mecanismos complejos? De hecho ya
se hace, y el futuro es de suponer que dependerá del coste,
la oportunidad, y el interés de la industria en abandonar
la preocupación por fabricar y el estocaje de millones de
repuestos.
Máquinas más complejas de uso profesional, no industrial,
combinan distintas tecnologías y abarcan el proceso com-pleto
de fabricación, desde el escaneado inicial de una pie-za,
su impresión, y su acabado mediante control numérico
con herramientas de cabezales intercambiables. Y cada vez
más rápidas y más perfeccionadas.
Desde maquetas, ruedas de bicicletas personalizadas, pa-sando
por instrumentos musicales, impulsores submarinos
PRIMER PUENTE INTELIGENTE REALIZADO ADITIVAMEN-TE
EN METAL (MX3D.COM) Y QUE SE INAUGURARÁ EL
PRÓXIMO MES DE OCTUBRE EN UNO DE LOS MÚLTIPLES
CANALES DE LA CIUDAD DE ÁMSTERDAM.