
2 I PERFIL EL SECTOR • Septiembre 2018
Soledad Berbegal Directora de Comunicación de Actiu
“Los premios son un impulso y una
presión más para estar a la altura”
Soledad Berbegal, directora de Co-municación
de Actiu e hija de los
fundadores de la empresa hace
ahora 50 años, nos habla del ADN
de la firma y las claves de un éxito
fruto del trabajo diario y la implica-ción
y dedicación de todo su equi-po.
En el 50 aniversario de Actiu,
habéis recibido un Premio al
Empresario Europeo del Año,
el reconocimiento LEED PLA-TINIUM
a la sede de Castalla,
un Red Dot en la mano, y ahora
el Premio Nacional de Diseño.
¿Cómo se digiere esta “borrache-ra”
de éxito?
Con mucha humildad, tranquilidad
y con más compromiso, si cabe,
para intentar hacer cada día mejor.
Es un impulso para todo equipo, un
agradecimiento a la involucración
y colaboración de todos nosotros,
que hace posible que esto pase,
pero al mismo tiempo es una pre-sión
más para estar a la altura. Y no
fallar a nuestros clientes, colabora-dores
y amigos.
¿En qué medida estos premios
son también un reconocimiento
a los diseñadores nacionales con
los que trabaja Actiu?
Es un reconocimiento a aquellas
personas que se apasionan por el
diseño, que lo viven y transmiten
en su día a día. Es un agradeci-miento
a los que siguen invirtien-do
tiempo, recursos y esfuerzo en
diseño, y sí, también lo es para los
diseñadores que colaboran exter-namente
e internamente para sa-car
adelante proyectos y productos
diferenciadores. Los diseñadores, y
el equipo multidisciplinar que co-labora
con ellos, para mí son como
héroes capaces de llevar a tierra y
ejecutar en un producto o proyecto
algo muy conceptual, filosófico, in-cluso
a veces ‘súper’ romántico.
¿Crees que los éxitos cosechados
por Actiu en los últimos años son
un revulsivo para que las em-presas
del sector del hábitat de
nuestro país apuesten de una vez
por todas por el diseño?
Sí, es un revulsivo, un factor dife-rencial,
es tu identidad dentro de
un mundo cada vez más global y
competitivo. Es una de las herra-mientas
que te permite “brillar”
o resaltar entre muchos otros, es
tu comunicación con el mundo, a
través de la estética y la funcionali-dad.
Sin olvidar que el diseño debe
aportar funcionalidad y diferencia-ción.
Realmente el buen diseño es
el que está al servicio de las perso-nas,
les aporta bienestar y les solu-ciona
su día a día. Diseño también
es entender lo que la sociedad ne-cesita
en cada momento y tener la
flexibilidad para adaptarnos rápida-mente.
Ponerlo en marcha y hacer
de las ideas una realidad. El diseño
debe ser coherente, ético y respon-sable,
y al mismo tiempo debe ayu-dar
a conseguir resultados dentro
de la empresa, por eso decimos que
debe ser rentable. Contribuye a la
marca–país, a su identidad propia y
sobre todo aporta calidad de vida a
las personas, empresas y a nuestros
países.
La sostenibilidad también es un
factor fundamental para Actiu,
desde el diseño de producto has-ta
vuestras instalaciones. ¿Cómo
habéis logrado integrar ese con-cepto
en todo lo que hacéis?
La sostenibilidad para Actiu es
una manera de entender la vida y
el trabajo, es inherente a nuestra
filosofía. En los materiales, produc-tos,
edificios, procesos... Para noso-tros
es una herramienta inherente
a nuestra estrategia empresarial,
porque no lo entendemos de otra
manera.
Hace muchos años, antes de inclu-so
existir esta palabra, en nuestra
empresa fabricábamos teniendo
en cuenta los materiales, su uso,
reciclaje, su optimización en la pro-ducción,
en nuestros edificios. In-tentábamos
ser autosuficientes en
recursos de alguna manera... Está
muy dentro del ADN de Actiu.
Y hablando de internacionaliza-ción,
Actiu no ha renunciado a
su esencia ni a ofrecer un diseño
muy mediterráneo. ¿Funciona
bien en los 94 países donde es-táis
presentes?
Creo que es precisamente el dise-ño
mediterráneo lo que nos hace
creíbles. Los clientes de otros paí-ses
asocian los valores de nuestra
cultura con el diseño. Hacemos
diseños democráticos ajustados
en costes y una comunicación hu-mana
y próxima, como somos en
España. El diseño mediterráneo
nos pone en valor frente a otros ya
reconocidos como el escandinavo o
el americano. Nos diferencia por-que
es más atrevido en el colorido,
óptimo en costes y tiene una larga
experiencia productiva.
¿Qué le queda por lograr en Ac-tiu
a Soledad Berbegal?
¡Muchísimas cosas! Decenas de
proyectos que tenemos escritos y
que poco a poco iremos lanzando
cuando los equipos estemos prepa-rados.
Actiu, como indica su propio
nombre, es ‘acció’ (en valenciano),
movimiento. No nos sabemos estar
quietos, nuestra mente va por de-lante
de nuestros pies, así que no
nos aburrimos nunca.
Uno de estos proyectos es la apues-ta
por fidelizar el talento, la trans-formación
digital en procesos y
equipos, la humanización del en-torno
de trabajo, la personalización,
la ventana a internet. Tenemos tan-tas
ideas ilusionantes que a veces
debemos parar y poner un poco de
orden (risas…)
La acción está genial, pero la pla-nificación
y su ejecución es lo que
convierte un proyecto bonito en
excelente.
¿Cuáles son las novedades de la
marca para lo que queda de año?
Son varias cosas: productos capa-ces
de crear marca, iconos. Y al mis-mo
tiempo estamos desarrollando
muebles inteligentes y soluciones
para oficinas tecnológicas, huma-nas
y eficientes.
A Soledad Berbegal le
hubiera gustado traba-jar
de muchas cosas
muy distintas entre sí,
pero ninguna de ellas
la considera una pro-fesión
frustrada, ya
que es feliz haciendo
lo que hace. “Quise
ser abogada, azafata,
periodista, traductora
y profesora en temas
deportivos”. Sin em-bargo,
se decantó por
directora de Comunicación en la firma fundada por
su padre 50 años atrás. “Gracias a mi trabajo ten-go
la gran oportunidad de conocer lugares y per-sonas
increíbles de las que aprendo muchísimo,
vengo con pilas cargadas y nuevas ideas siempre”,
asegura. Y cuando no está trabajando, esta joven
madre de dos hijos disfruta practicando running,
viajando y conociendo la gastronomía, cultura e
idiomas de otros países, siempre en compañía de
la familia y los amigos. Tanto es así que le gustaría
hablar muchísimos idiomas para poder comunicar-se
con las personas de todo el mundo en su propia
lengua. “Me gusta mucho compartir”.