
EL SECTOR • Mayo / Junio 2022 REPORTAJE I 13
Construcción industrializada: una
oportunidad para la madera
Industrializar los procesos constructivos es uno de los retos que ya está asumiendo la edificación. La llamada construcción offsite
produce los diferentes elementos en fábrica para transportarlos y ensamblarlos en la obra. Una vez más, la madera puede aportar
grandes ventajas al sistema.
Por Ana Valdés
La construcción industrializada supone
un cambio en los sistemas constructivos,
que rompen con los procesos empleados
durante siglos, milenios incluso, basados
esencialmente en la construcción in situ con
métodos manuales de montaje.
Industrializar estos procesos es el objetivo
de esta nueva construcción 4.0, cuya
implantación reduciría costes, residuos y
siniestralidad, al tiempo que optimizaría
plazos y mejoraría la planificación y
eficiencia en el proceso.
Se trata, en definitiva, de la aplicación
de técnicas de fabricación al entorno de
la construcción, fabricación que puede
automatizarse y digitalizarse.
De esta forma pueden, por ejemplo,
trasladarse a obra paneles multicapa de
fachada con la carpintería incluida listos
para montar o incluso módulos de cuartos de
baño completos, alicatados y con sanitarios
e instalaciones, que solo deben colocarse
directamente en el forjado y conectarse a
las redes principales de electricidad, agua,
saneamiento y ventilación.
Contribución medioambiental
El pasado abril Rebuild 2022 premiaba la
construcción de un hospital diseñado en
Barcelona, fabricado en Bilbao de forma
modular, y edificado en las islas Mauricio
tras el transporte marítimo de sus piezas.
El Congreso Nacional de Arquitectura
Avanzada y Construcción 4.0 ha apostado
claramente por esta nueva concepción en su
última edición, destacando ventajas como la
reducción de costes y plazos, la eficiencia de
procesos y la contribución medioambiental:
“En la vivienda industrializada se reducen
hasta un 60% las emisiones de CO2 en
el proceso de construcción, un 30% las
emisiones durante su uso y entre el 40
y el 75% el consumo de energía para su
climatización”.
Y en este nuevo mundo edificatorio de
componentes ensamblados la madera
se convierte en uno de los materiales
clave. Su sostenibilidad, ligereza, facilidad
de transporte, óptimo comportamiento
energético y prestaciones estructurales son
cualidades esenciales en el ecosistema de
la industrialización. Renovable, reciclable y
biodegradable se introduce de lleno en la
circularidad del sector.
Estructuras de madera
Los edificios en altura de madera
son ejemplo de ello. Su construcción
industrializada se extiende por Europa y
España. El pasado año Egoin construía en
Galicia con CLT (Cross Laminated Timber)
Cuartos de baño completos preparados para su montaje en obra.
Diccionario de la industrialización
El pasado mes de abril se presentaba el Diccionario de la industrialización
de la vivienda, elaborado por las principales firmas relacionadas con el
sector en España. Aedas Homes, Avintia, The Prototipo Company, By
Urbania y 011h, con la colaboración del Consejo Superior de Colegios
de Arquitectos de España (CSCAE) han definido un centenar de términos
relacionados con la edificación industrializada, buscando, como indica su
coordinador José María Quirós, de Aedas Homes, “transmitir y explicar
los conceptos que envuelven al innovador sistema constructivo que
representa la industrialización para que el lector comprenda, de una
manera sencilla y rápida, qué significa industrializar la producción de
viviendas”. Puede descargarse desde la web del CSCAE.
el primer edificio, de consumo de energía
casi nulo, con la certificación verde del
Green Building Council España. Desde que
en 2013 Lleida acogió el primer edificio de
madera construido en altura de España,
se han ido levantando por todo el país. Y
no solo de viviendas: Meliana, en Valencia,
acogerá el primer Centro de Día de Personas
Mayores construido con madera estructural.
La clave tiene tres siglas: CLT. Se trata de
madera estructural aplicada a los edificios
en bloque, en una construcción modular
de paneles y ensamblajes, que deja atrás las
estructuras de hormigón armado abriendo
paso a una obra en seco de construcción
industrializada.
Su uso comenzó en los años 90, pero
aplicado a casas prefabricadas y pequeños
edificios. Es en los últimos años cuando
ha iniciado una carrera de expansión por
el mundo occidental, que va estableciendo
récords en altura entre el parque edificatorio.
Un híbrido de madera y hormigón
Y mientras, la innovación se abre camino.
La constructora ACR acaba de presentar
un sistema industrializado, desarrollado
junto a la austriaca Cree Buildings. Se
trata de un híbrido de madera y hormigón,
que combina un 80% de uso de madera
para pilares, vigas y fachada con un 20%
de hormigón en forjados y núcleos de
comunicación.
Entre sus ventajas, la firma destaca
la simplificación de trabajos y rápida
implementación en obra y la “gran
reducción de huella de carbono por el uso
de la madera como material base además
de un consumo reducido de materiales al
optimizar la estructura”.
Foto: Butech-Porcelanosa.
Futuro de la construcción
La Plataforma para la Industrialización
de Viviendas, formada por promotoras,
constructoras y empresas del sector,
considera fundamental que España se
aproxime a los niveles de construcción
industrializada de otros países
europeos, como Alemania, donde el
9% de la construcción de vivienda es
prefabricada; Suecia, donde este tipo de
construcción alcanza ya casi la totalidad
de la producción; Holanda, con un 50%,
o Reino Unido, con cerca del 7%.
Se trata de una fórmula que viene para
quedarse, pues como indica Fernando
Cos-Gayón, director de la Escuela Técnica
Superior de Ingeniería de Edificación
de la UPV y director del Observatorio
de la Vivienda de la UPV, el futuro de la
construcción pasa por la industrialización.