
4 I REPORTAJE EL SECTOR • Mayo / Junio 2022
Alta tensión en el hábitat
Los conflictos tensan la cuerda
en la cadena de suministro
Cuando parecía que los problemas derivados de la pandemia que afectaban a la escasez de suministros y el aumento del precio de
las materias primas no podían agravarse, el sector afronta una nueva crisis dentro de otra crisis: la guerra en Ucrania. ¿Cómo lo están
viviendo los empresarios del hábitat? ¿Qué dicen los expertos? Analizamos el contexto y las consecuencias para nuestra industria de
este permanente estado de incertidumbre.
Por Rocío Macho
Las empresas de nuestro sector se
enfrentan a un escenario económico
cada vez más desfavorable,
a pesar de encontrarse en pleno
crecimiento. Con un aumento inusitado
de la demanda de productos
para el hogar y de las reformas
en las viviendas a raíz de la crisis
del Covid-19, la escasez de materia
prima continúa provocando la
rotura de stocks en los almacenes,
principalmente de productos
de primera transformación. Los
precios continúan al alza, como
también lo hace la energía, que
encarece la cadena de suministro
y los costes de producción. Y, por
si fuera poco, estalla la guerra en
Ucrania con la invasión por parte
de Rusia el pasado mes de febrero.
¿Qué pueden esperar las empresas
de esta caótica solución? ¿Qué dicen
los expertos? Preguntamos al
economista José M.ª O’Kean por
las consecuencias que está teniendo
y puede tener para el sector del
hábitat la crisis global. “En estos
momentos es difícil pronosticar si
estamos ante otra crisis económica
o es simplemente un episodio
relacionado con la guerra de Ucrania”,
explica. “Más bien parece lo
segundo, aunque las secuelas de la
guerra y su duración marcarán las
consecuencias”.
Según O’Kean, las empresas del
hábitat van a entrar en un escenario
complejo: por un lado, la
demanda de bienes para la mejora
de equipamiento del hogar va a
continuar, pero por otro, los costes
de producción seguirán subiendo,
existirán problemas de suministro
episódicos y se limitará el acceso
a algunos mercados que limitarán
las exportaciones. Esta tesitura
añadida que limita las exportaciones
a ciertos países, aunque
no afecta de forma masiva a las
empresas de la Comunidad Valenciana,
sí que perjudica a casos
concretos con un amplio volumen
de negocio en los países afectados
y su área de influencia.
Problemas para la exportación
Kiko Torrent, CFO de Latorre, comenta
que les está afectando, “no
solo porque tanto Rusia como
Ucrania han suspendido los pedidos,
sino que los clientes de estas
nacionalidades afincados en otros
países como España, han dejado
de realizar proyectos ante la situación
provocada por la guerra”.
Asimismo, asegura que los países
limítrofes a la zona de conflicto
también han congelado pedidos
frente a la posibilidad de que la
guerra traspase fronteras.
Jorge Mariner, CEO de la veterana
empresa de mobiliario Mariner,
habla del problema que supone
para ellos las sanciones a Rusia.
“Nos está afectando lo que respecta
al proceso de pagos pendientes
mediante transferencia bancaria,
dadas las sanciones impuestas y la
salida del sistema SWIFT de varios
bancos rusos”. Y explica que esto
repercute notablemente en la agilidad
tanto para confirmar nuevos
pedidos, como para el envío de
pedidos fabricados pendientes de
cobro. De este modo, “lo más complicado
es conseguir que los clientes
puedan realizar los pagos, y la
solución pasa por enviar fondos a
través de terceros países”.
Empeora la situación para la
madera
Las empresas valencianas que se
dedican, fundamentalmente a la
primera y segunda transformación
de la madera, están viendo cómo
la guerra aumenta sus dificultades
para abastecerse. “En tres años hemos
sufrido el Brexit, la Pandemia,
la huelga de transportistas, la guerra…
No es fácil hacer previsiones
así, ni de tarifas ni de stocks.
Esto no nos había ocurrido en los